Tiempo mesiánico

Pbro. Ernesto María Caro

Es un tiempo de salvación, es la oportunidad que Dios nos da para ser salvados; es el tiempo esperado para que las tinieblas del pecado, que obstruyen nuestra visión y que no nos dejan ver la realidad como es verdaderamente, sean disipadas por la Luz del “Señor que viene”. Esta era la esperanza de Israel y es, o debe ser, una realidad para cada uno de nosotros. El adviento nos recuerda que el tiempo mesiánico ya es una realidad, pues el nacimiento de Cristo lo ha inaugurado. Debemos dejar que Dios, por medio del Espíritu Santo, arranque de nuestra vida el velo que distorsiona nuestra visión, sobre todo en la relación con nuestra familia, en donde no pocas veces juzgamos a la pareja, a los hijos, a los hermanos o a los padres de manera incorrecta. El tiempo de adviento es un tiempo para abrir nuestros ojos a la bondad y sobre todo a la comprensión; sólo así el tiempo mesiánico se realizará plenamente en nuestro medio. Busca pues, descubrir las cosas positivas que hay en tu casa y tu familia, sé comprensivo y no juzgues por apariencia; permite a Dios rescatarte de la oscuridad.