Descanso en el Espíritu

Pbro. Ernesto María Caro

Pregunta:

Padre, quisiera preguntarle ¿Qué significa el descanso en el Espíritu Santo? Gracias. Dios y la Virgen María los bendigan siempre.

Respuesta:

Querida hermana: El Descanso en el Espíritu es una experiencia espiritual profunda que ocurre generalmente durante la oración. Todo parece indicar, por los testimonios de quienes la han vivido que es algo muy semejante a lo que describe Santa Teresa, al referirse a la “oración de quietud”. Es, por ello, ya una oración de tipo contemplativo estático en la que Dios embelesa o cautiva la voluntad de manera que ésta queda fija en él. Esto hace que se pierda muchas veces el equilibrio y por eso las personas se caen (de donde le viene el nombre). En este estado de oración se experimenta una dulzura muy grande producto de la presencia activa del Espíritu en el alma de quien la experimenta.

La experiencia puede ser larga o corta. Lo ordinario es que sean solo unos cuantos minutos sin embargo, el alma queda con tanta paz interior que, aunque Dios ya no obra directamente en ella, queda el recuerdo de su visita y su dulzura, por lo que muchas personas tardan en recuperarse e incorporase nuevamente y hacen bien en disfrutar al máximo estas experiencias maravillosas del amor de Dios.

Esto, como otras manifestaciones del Espíritu, se ha venido multiplicando en los grupos de oración, como una forma expresa en la que Dios continúa manifestando su amor y presencia en la comunidad cristiana. Muchos teólogos creen que esto se ha multiplicado en medio de un mundo incrédulo y racionalista para manifestarle al hombre su existencia y su poder y hacer de ello una experiencia de conversión.

Santa Teresa dice que, de continuar con una vida que renuncie al pecado y responder a la acción de la gracia, esta oración será el inicio de una vida de oración que seguramente terminará con el desposorio espiritual, o en palabras de ella, en la cámara del Rey (la séptima morada). Sin embargo, también afirma que la mayoría de las personas en este punto se regresan y no continúan con el proyecto de consagración total a “su Divina majestad”.

Finalizo diciéndote que es común que la gente que no sabe de esto, tienda a rechazarlo por temor, y con ello se pierden de una experiencia maravillosa del amor de Dios. Por otro lado, existen también personas que exageran e incluso inventan participar de este don de Dios, con ello se engañan en la vida espiritual. Quien hace esto difícilmente verá crecimiento en su vida espiritual.