Los gastos del Papa

Pbro. Ernesto María Caro

Pregunta:

Padre, mi duda es con respecto al Santo Padre “el Papa” yo no tengo idea de cuánto dinero se maneje en el Vaticano, pero debe de ser mucho en mi opinión, como también debe ser mucho lo que se gasta en las visitas que el Papa hace a las diferentes ciudades alrededor del mundo. Asimismo, pienso que el gobierno anfitrión también gasta una gran cantidad de dinero en el recibimiento y preparación de la estancia de Su Santidad en dicho país. Creo que todos tenemos idea de la cantidad de seres humanos en el mundo que sufren de pobreza extrema. Me pregunto entonces, ¿Por qué en vez de estar gastando todas esas cantidades de dinero en viajes, en preparaciones, no se gasta en obras de beneficencia para ayudar a aquellas personas que en diferentes partes del mundo se están muriendo de hambre?

Respuesta:

Querida hermana, esta pregunta ya la he respondido en parte. Ahora sólo amplío el discurso sobre lo que se gasta en los viajes y los pobres. Como ya comenté en otra oportunidad el Vaticano no tiene excedentes monetarios, pues todo lo que se recauda se usa para el sostenimiento del estado Vaticano, lo que permite que desde una estructura estatal se pueda continuar la obra de la iglesia, que es evangelizar. Todos los excedentes y lo que las naciones donan al Santo Padre son utilizados en las obras de caridad que el Papa realiza en todo el mundo.

Ahora bien, por lo que se gasta en los viajes tanto de parte del Vaticano como de la Nación que lo recibe, debo decirte que esos fondos son pagados casi íntegramente por la nación que recibe al Santo Padre. Por otro lado estos viajes son necesarios pues son viajes evangélicos. San Pablo decía: “Cómo creerán si no se les predica, y como predicarán si no son enviados.” (Rm 10, 14-15). De manera que al viajar el Santo Padre no hace otra cosa que lo mismo que hizo Jesús al recorrer toda su tierra anunciando el Evangelio. Es por ello que, ya desde tiempos de San Pablo, los evangelizadores recibían dinero que patrocinaba los viajes, como dan testimonio de ello los Apóstoles (cfr. 3 Jn 6-7). Creo que los laicos deben hacerse conscientes de que llevar el evangelio, sobre todo en nuestro mundo, es algo que cuesta y que es necesario que se financie esta tarea de la iglesia y de sus ministros.

Por lo que toca a los pobres, este es un tema muy llevado y traído siempre que se toca la situación económica de la iglesia y de sus ministros. En relación a esto Jesús le dijo a Judas, cuando éste se molestó por no haber vendido un perfume muy caro que fue usado para ungir a Jesús: “A los pobres los tendrán siempre, pero a mí no.” (Jn 12, 8). El problema de la pobreza es un problema complejo que no tiene su solución en usar los recursos del evangelio, o de lo que se compra en el Vaticano o en la iglesia. El problema se encuentra esencialmente en el egoísmo de algunos hombres que han acaparado la riqueza que pertenece a los demás. La solución: llevar el evangelio a sus corazones. Como ves, es urgente que se predique en todas partes del mundo para que estos corazones se conviertan y hagan que la riqueza fluya hacia todos los hombres.

Ojalá y esto pueda serte de utilidad para tu criterio sobre este tema tan delicado.