Predestinación y libertad

Pbro. Ernesto María Caro

Pregunta:

Padre: Tengo claro que Dios es amor, y es un hecho que tanto nos ama que no permitirá jamás que nos suceda algo malo. Ahora bien, partiendo de estas afirmaciones, también sabemos que Dios lo sabe todo y nos tiene pensados mucho antes de que nuestros papás incluso se conocieran. Podemos decir, que él ya sabe la película completa, mucho antes de que fuera filmada. Uniendo estas dos afirmaciones sobre Dios, entonces, ¿Porque si él “ya conoce la película completa” desde antes de que fuera filmada y nos ama tanto, permite que nazcan gentes como un Hitler, el Mocha-orejas, Bin Laden, Hussein, sabiendo que iban a hacer tanto daño a los demás? Me queda claro que Dios nos da libre albedrío y que posiblemente se entristezca al ver que estamos cometiendo “errores”, pero si ya sabe todo desde antes de que suceda (porque él nos planeó, él nos creó, él es el autor de la humanidad), ¿por qué permite que sucedan este tipo de tragedias? Y no hablemos de violaciones, maltratos, asesinatos, secuestros. Espero su respuesta.

Respuesta:

El tema es muy interesante y difícil de explicar, pues pertenece al misterio de Dios. Este tema se llama la “predestinación” que ha sido causa de muchas dificultades teológicas a lo largo de la historia. Para entenderlo, me gustaría referirme a los profetas, sobre todo en lo que se refiere al cumplimiento del NT. Cuando leemos en los evangelios, por ejemplo en Mt 1, 22-23: “Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta diciendo: he aquí, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel” (cfr. Is 7, 14),. Una interpretación equivocada sería pensar que Dios hizo que esto ocurriera, cuando la realidad es que Dios le hizo ver al profeta siglos atrás el futuro, futuro que Dios ve siempre en un eterno presente.

De manera que lo que se cumple, se cumple porque el profeta viendo el futuro vio que eso iba a pasar. En otras palabras, Dios nos ha hecho libres y nosotros mismos vamos tejiendo nuestro propio futuro, no hay nada escrito, la historia se escribe en el momento en que ocurre. Dios lo ve en su eternidad pues para él no hay ayer ni mañana sino que todo ocurre en un eterno “hoy”. Es así que Dios sabe lo que ocurre porque así ocurrió, porque la persona en su momento histórico decidió libremente hacer lo que hizo, lo bueno o lo malo.

Al respecto la Sagrada Escritura dice: “Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal” Dt, 30, 15. Es decir, Dios nos ha dejado en total libertad para decidir nuestra propia vida, para hacer el bien o el mal. Si escogemos el bien viviremos y si escogemos el mal moriremos, como lo dice la misma Escritura: “El salario del pecado es la muerte” (Rm 6, 23). El pecado en su misterio nos muestra que siempre viene acompañado de la muerte, para el que lo comete y para los que lo rodean, pues todo pecado siempre tiene connotaciones sociales.

Sabemos de muchas personas (Hitler, Bin Laden, Hussein, violadores, maltrato a menores, asesinos, secuestradores, etc.), que han decidido hacer el mal; Dios puso delante de ellos la opción de hacer el bien, pero ellos decidieron libremente hacer el mal y con ello trajeron muerte a su vida y a la misma humanidad. Dios, en su eternidad, sabía que eso iban ellos a hacer, pues eso decidieron ellos mismos hacer y por eso Dios lo sabe. Si hubieran decidido hacer otra cosa también Dios lo sabría, pues Dios en su eternidad lo sabe todo, sabe todo lo que nosotros libremente decidimos hacer en nuestra finitud y libertad.

Ahora, bien valga decir también, que de todo mal que el hombre hace Dios saca siempre un motivo de redención, pues como dice la Sagrada Escritura: “donde abundó el pecado, sobre abundó la gracia” (Rm 5, 20). El catecismo nos dice al respecto:

“Para Dios todos los momentos del tiempo están presentes en su actualidad. Por tanto, establece su designio eterno de «predestinación» incluyendo en él la respuesta libre de cada hombre a su gracia: «Sí, verdaderamente, se han reunido en esta ciudad contra tu santo siervo Jesús, que tú has ungido, Herodes y Poncio Pilato con las naciones gentiles y los pueblos de Israel, de tal suerte que ellos han cumplido todo lo que, en tu poder y tu sabiduría habías predestinado» (Hch 4, 27-28). Dios ha permitido los actos nacidos de su ceguera para realizar su designio de salvación.” (CIC.600).

Realmente esto es un misterio que no es fácil de entender para nosotros que vivimos ligados al tiempo y al espacio. Sin embargo, ten por cierto que Dios, que lo sabe todo, nunca hubiera deseado que las cosas fueran como son, que el hombre hubiera matado a su propio Hijo. Pero así fue, esto forma parte del ministerio del mal, que el mismo San Pablo llama: “el misterio de la iniquidad” (2Tes 2,7). Ojalá y esto no solo nos ayude, sino que nos mueva a orar para que el hombre oriente de nuevo su vida hacia Dios, que escoja el bien para que viva.