Predicciones

Pbro. Ernesto María Caro

Para que el demonio pueda “perturbar” a una persona, es decir, tener acceso a ella de manera directa, es necesario, aparte del permiso de Dios, el que la misma persona se haya expuesto a lo que se conoce como “los terrenos o dominios de Satanás”. Esto es, aquellas actividades en las que el demonio tiene una participación directa y activa. Entre ellas están: la lectura de las cartas y de la mano, la consulta de magos o adivinos, y todo lo que sea búsqueda del conocimiento al margen de Dios (incluidos los horóscopos y la ouija). Estas actividades, que en su mayoría son realizadas por charlatanes que sólo buscan dinero, debilitan la fe, que es nuestro escudo, pues se pone la confianza no en el Dios providente, en el Dios que nos ama y que hace que “todas las cosas cooperen para aquellos que le aman”. Más grave aún es el hecho de que algunos de estos elementos de adivinación son verdaderamente dirigidos por Satanás, el cual conoce nuestro pasado y puede conocer también nuestro futuro, esto acredita a quienes se dedican a esta actividad como verdaderos servidores del demonio. Quien tiene la desgracia de toparse con uno de éstos, ha puesto en grave riesgo su vida espiritual y muchas veces incluso psíquica y física, pues el demonio nunca deja de cobrar lo que se le debe. No pongamos en riesgo nuestra fe y nuestra vida, confiemos en el Dios que salva y en su infinito amor.