Luz de la Palabra

Pbro. Ernesto María Caro

Nuestro Dios no ha querido quedar en el anonimato, sino que se ha revelado por medio de su palabra y de los signos que atestiguan la verdad de esta palabra. Ya desde la antigüedad se reveló a Abraham, más tarde a Moisés y a todos los profetas. Su Palabra, dirá el salmista, será la luz y la lámpara para nuestros pasos. Bajo esta luz, aun imperfecta, el pueblo de Dios caminó en la oscuridad del desierto hasta llegar a la Tierra Prometida. Ahí, en la tierra que mana leche y miel, descubrió que Dios lo llamaba a algo mejor, a una nueva luz que lo conduciría a la tierra verdadera, en donde la alegría es perfecta y donde la muerte y el dolor no reinan más. Y es así que, llegada la plenitud de los tiempos Dios nos habló ahora por medio de su Hijo Jesucristo, palabra eterna del Padre. Esta palabra es la verdadera luz que ilumina a todos los hombres que vienen a este mundo. Sólo bajo la luz de esta Palabra el hombre alcanza la gloria de la eternidad y la vida llena de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.