El Domingo

Pbro. Ernesto María Caro

Si muchos cristianos no valoran la Eucaristía, es porque no han comprendido que, como dice el Papa: “El domingo es ante todo una fiesta pascual, iluminada totalmente por la gloria de Cristo resucitado” DD 8, en el cual el mundo es recreado para dar paso al Hombre Nuevo. Para poder entender mejor qué significa el domingo, nos invita Su Santidad a leer el relato de la creación (Gen 1, 1-2,4a). En éste destaca, que la obra de la creación fue buena y que después de haber creado al hombre, «descansó». De esta manera Dios se pone como modelo para el hombre, ya que habiendo Él terminado la creación, corresponde ahora al hombre hacerla crecer (cf. GS 34). Así el domingo, es el día de descanso en el cual el cristiano contempla con satisfacción todo el trabajo «bien» realizado a lo largo de los 6 días que lo han precedido (cf. DD 11). Entonces, el domingo no es solo un precepto cultual, sino como dice el Papa:

«El precepto del sábado, que en la primera Alianza prepara el domingo de la nueva y eterna Alianza, se basa pues en la profundidad del designio de Dios. Precisamente por esto el sábado no se coloca junto a los ordenamientos meramente culturales, como sucede con tantos otros preceptos, sino dentro del Decálogo, que delimita los fundamentos de la vida moral inscrita en el corazón de cada hombre. Al analizar este mandamiento en la perspectiva de las estructuras fundamentales de la ética, Israel y luego la iglesia no lo considera una mera disposición de disciplina religiosa comunitaria, sino una expresión específica e irrenunciable de su relación con Dios, anunciada y propuesta por la revelación bíblica.» DD 13