Tradición y revelación

Pbro. Ernesto María Caro

Dios ha querido que el hombre lo conozca no sólo a través de sus manifestaciones en todo lo creado, sino que se ha revelado a un pueblo de manera positiva con signos y prodigios que son testimonio de su Palabra. Dios ha hablado para instruir a su pueblo, primero a través de los profetas, después en los últimos tiempos por medio de su propio Hijo (cfr. Hb 1,1-2). Esta enseñanza que conduce a la vida eterna y plena, está contenida en tres grandes depósitos: la Sagrada Escritura, la tradición y el magisterio de la iglesia. En esta enseñanza está contenida la voluntad y el proyecto salvífico de Dios para el hombre. Contrariamente a lo que a veces se piensa, a la base de esta revelación está la tradición, ya que antes que hubiera libros ya el pueblo vivía conforme a una Ley y celebraba una Alianza. Sólo con el paso del tiempo se fue poniendo por escrito esta palabra y así nació la Escritura. Por ello, en la tradición se encuentra una parte de la revelación que no está contenida en la biblia.