Tipos de iglesias

Pbro. Ernesto María Caro

En la imagen que nos presenta San Juan al final de su evangelio (Jn 21, 1-23), confirma lo que los Sinópticos (Mt, Mc y Lc) ya habían dicho sobre el primado de Pedro: Jesús ha querido dejar una cabeza visible para su iglesia en la figura de Pedro. Sin embargo, éste no debe olvidar que el rebaño pertenece al Señor, aunque a él se le constituye como pastor. Deberá tener cuidado de las ovejas, es decir de los obispos, de aquellos que nacerán por medio del bautismo, es decir, los corderos, los fieles cristianos. El hecho de repetir en dos ocasiones la necesidad de cuidar de las ovejas, le recordará a Pedro lo importante que es la salud y la buena alimentación especialmente de los obispos, ya que de su enseñanza se nutrirá el resto del rebaño. Con esto vemos que Jesús verdaderamente ha querido establecer una iglesia jerárquica, la cual tiene como pastor supremo a Pedro. La iglesia, reconocerá no sólo a Pedro como la cabeza sino a sus sucesores a quienes la iglesia da el nombre de Papa cuyo sucesor actual es Benedicto XVI.

La iglesia anglicana

La última gran fractura de la iglesia se realiza en 1534 cuando la iglesia de Inglaterra, influenciada por la reforma iniciada por Lutero y ya extendida en gran parte de Europa, llevará a Enrique VIII, rey de este país, a romper su relación con la iglesia católica, usando como excusa la negativa del Papa para anular su matrimonio. Ante esta negativa, el rey se autonombrará como la “cabeza” de la iglesia de Inglaterra (que conocemos como anglicana). Con ello, él mismo se concede el divorcio, destituye a los sacerdotes y obispos que se oponen a su nombramiento y nombra él mismo obispos y sacerdotes (con lo que se pierde el orden sacerdotal). A todos aquellos que se oponen los manda matar y con ello se da la división primero y la persecución contra católicos después, que dará como resultado el nacimiento de la iglesia anglicana. En cuanto a su doctrina mantendrá básicamente la de la iglesia católica (excepto en lo referente al divorcio), manteniendo intacta la liturgia eucarística (aunque al haber nombrado obispos y sacerdotes no ordenados, en la celebración eucarística no consagran las especies eucarísticas). Nombra como encargado «eclesiástico» o como «primado» al obispo de Canterbury que hasta la fecha, junto con el rey (o la reina según sea el caso) son la cabeza máxima de su iglesia. El catecismo afirma, sobre la autoridad del Papa para dirigir la Iglesia:

«El Romano Pontífice, Cabeza del Colegio episcopal, goza de esta infalibilidad en virtud de su ministerio cuando, como Pastor y Maestro supremo de todos los fieles que confirma en la fe a sus hermanos, proclama por un acto definitivo la doctrina en cuestiones de fe y moral... La infalibilidad prometida a la iglesia reside también en el Cuerpo episcopal cuando ejerce el magisterio supremo con el sucesor de Pedro», sobre todo en un concilio ecuménico (LG 25; DS 3074). Cuando la Iglesia propone por medio de su magisterio supremo que algo se debe aceptar «como revelado por Dios para ser creído» (DV 10) y como enseñanza de Cristo, «hay que aceptar sus definiciones con la obediencia de la fe» (LG 25). Esta infalibilidad abarca todo el depósito de la Revelación divina (LG 25)» CIC 891

La iglesia de Occidente y Oriente

En este mismo período se desarrolló uno de los más grandes problemas con la fe que vino a dividir a la iglesia universal (católica = universal) en dos grandes ramas. Los orientales afirmaban que el Espíritu Santo procede del Padre únicamente, mientras que la iglesia de occidente afirma que procede del Padre y del Hijo (como lo repetimos en nuestro credo). Esto provocó lo que se conoce todavía ahora como el “cisma de Oriente”. Esto causó el desconocimiento del “primado” de Pedro. Por ello hasta la fecha existe en Oriente una figura semejante a la del Papa que ellos llaman “Patriarca de Constantinopla” y que es la cabeza de la Iglesia de oriente llamada también ortodoxa.