INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio.

R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era (Aleluya).

HIMNO



Salmodia

ANTÍFONA 1


Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona

ANTÍFONA 2


Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona

ANTÍFONA 3


Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona


LECTURA BREVE

En aquel tiempo Jesús vio al pasar a un ciego de nacimiento y sus discípulos le preguntaron: «Maestro ¿quién pecó para que éste naciera ciego él o sus padres?» Jesús respondió: «Ni él pecó ni tampoco sus padres. Nació así para que en él se manifestaran las obras de Dios. Es necesario que yo haga las obras del que me envió mientras es de día porque luego llega la noche y ya nadie puede trabajar. Mientras esté en el mundo yo soy la luz del mundo».<br /><br />Dicho esto escupió en el suelo hizo lodo con la saliva se lo puso en los ojos al ciego y le dijo: «Ve a lavarte a la piscina de Siloé» (que significa “Enviado”). Él fue se lavó y volvió con vista. <br /><br />Entonces los vecinos y los que lo habían visto antes pidiendo limosna preguntaban: «¿No es éste el que se sentaba a pedir limosna?» Unos decían: «Es el mismo». Otros: «No es él sino que se le parece». Pero él decía: «Yo soy». Y le preguntaban: «Entonces ¿cómo se te abrieron los ojos? ». Él les respondió: «El hombre que se llama Jesús hizo lodo me lo puso en los ojos y me dijo: “Ve a Siloé y lávate”.Entonces fui me lavé y comencé a ver». Le preguntaron: «¿En dónde está él? ». Les contestó: «No lo sé».<br /><br />Llevaron entonces ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día en que Jesús hizo lodo y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista. Él les contestó: «Me puso lodo en los ojos me lavé y veo». Algunos de los fariseos comentaban: «Este hombre no viene de Dios porque no guarda el sábado». Otros replicaban: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes prodigios?» Y había división entre ellos. Entonces volvieron a preguntarle al ciego: «Y tú ¿qué dices del que te abrió los ojos?» Él les contestó: «Que es un profeta».<br /><br />Pero los judíos no creyeron que aquel hombre que había sido ciego hubiera recobrado la vista. Llamaron pues a sus padres y les preguntaron: «¿Es éste su hijo del que ustedes dicen que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?». Sus padres contestaron: «Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego. Cómo es que ahora ve o quién le haya dado la vista no lo sabemos. Pregúntenselo a él; ya tiene edad suficiente y responderá por sí mismo». Los padres del que había sido ciego dijeron esto por miedo a los judíos porque éstos ya habían convenido en expulsar de la sinagoga a quien reconociera a Jesús como el Mesías. Por eso sus padres dijeron: “Ya tiene edad; pregúntenle a él”.<br /><br />Llamaron de nuevo al que había sido ciego y le dijeron: «Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es pecador». Contestó él: «Si es pecador yo no lo sé; sólo que yo era ciego y ahora veo». Le preguntaron otra vez: «¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?». Les contestó: «Ya se lo dije a ustedes y no me han dado crédito. ¿Para qué quieren oírlo otra vez? ¿Acaso también ustedes quieren hacerse discípulos suyos?». Entonces ellos lo llenaron de insultos y le dijeron: «Discípulo de ése lo serás tú. Nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios. Pero ése no sabemos de dónde viene».<br /><br />Replicó aquel hombre: «Es curioso que ustedes no sepan de dónde viene y sin embargo me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores pero al que lo teme y hace su voluntad a ése sí lo escucha. Jamás se había oído decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento. Si éste no viniera de Dios no tendría ningún poder». Le replicaron: «Tú eres puro pecado desde que naciste ¿cómo pretendes darnos lecciones?» Y lo echaron fuera.<br /><br />Supo Jesús que lo habían echado fuera y cuando lo encontró le dijo: «¿Crees tú en el hijo del hombre?» Él contestó: «Y quién es Señor para que yo crea en él?» Jesús le dijo: «Ya lo has visto: el que está hablando contigo ése es». Él dijo: «Creo Señor». Y postrándose lo adoró.<br /><br />Entonces le dijo Jesús: «Yo he venido a este mundo para que se definan los campos: para que los ciegos vean y los que ven queden ciegos». Al oír esto algunos fariseos que estaban con él le preguntaron: «¿Entonces también nosotros estamos ciegos?». Jesús les contestó: «Si estuvieron ciegos no tendrían pecado; pero como dicen que ven siguen en su pecado.»


RESPONSORIO BREVE

CÁNTICO EVANGÉLICO

Antífona

Cántico de la Santísima Virgen María
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona.

PRECES

Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Concluyamos nuestra oración diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro Maestro: Padre nuestro.

ORACIÓN

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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