Invitatorio

V. Señor, abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

Antífona
Al Señor, al gran Rey, venid adorémosle

Salmo 99

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:

«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Se puede repetir la antífona
Al Señor, al gran Rey, venid adorémosle

HIMNO

Gracias, Señor, por el día,
por tu mensaje de amor
que nos das en cada flor;
por esta luz de alegría,
te doy las gracias, Señor.
 
Gracias, Señor, por la espina
que encontraré en el sendero,
donde marcho pregonero
de tu esperanza divina;
gracias, por ser compañero.
 
Gracias, Señor, porque dejas
que abrase tu amor mi ser,
porque haces aparecer
tus flores a mis abejas,
tan sedientas de beber.
 
Gracias por este camino,
donde caigo y me levanto,
donde te entrego mi canto
mientras marcho peregrino,
Señor, a tu monte santo.
 
Gracias, Señor, por la luz
que ilumina mi existir;
por este dulce dormir
que me devuelve a tu cruz.
¡Gracias, Señor, por vivir! 

Salmodia

ANTÍFONA 1
Señor, has sido bueno con tu tierra, has perdonado la culpa de tu pueblo.

Salmo 84
NUESTRA SALVACIÓN ESTÁ CERCA

Señor has sido bueno con tu tierra
has restaurado la suerte de Jacob
has perdonado la culpa de tu pueblo
has sepultado todos sus pecados
has reprimido tu cólera
has frenado el incendio de tu ira.

Restáuranos Dios salvador nuestro;
cesa en tu rencor contra nosotros.
¿Vas a estar siempre enojado
o a prolongar tu ira de edad en edad?

¿No vas a devolvernos la vida
para que tu pueblo se alegre contigo?
Muéstranos Señor tu misericordia
y danos tu salvación.

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos
y a los que se convierten de corazón. »

La salvación está ya cerca de sus fieles
y la gloria habitará en nuestra tierra;
la misericordia y la fidelidad se encuentran
la justicia y la paz se besan;

la fidelidad brota de la tierra
y la justicia mira desde el cielo;
el Señor nos dará la lluvia
y nuestra tierra dará su fruto.

La justicia marchará ante él
la salvación seguirá sus pasos.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona
Señor, has sido bueno con tu tierra, has perdonado la culpa de tu pueblo.

ANTÍFONA 2
Mi alma te ansía de noche, Señor; mi espíritu madruga por ti.

Is 26, 1-4. 7-9. 12
HIMNO DESPUÉS DE LA VICTORIA SOBRE EL ENEMIGO

Tenemos una ciudad fuerte,
ha puesto para salvarla murallas y baluartes:

Abrid las puertas para que entre un pueblo justo,
que observa la lealtad;
su Ánimo está firme y mantiene la paz,
porque confía en ti.

Confiad siempre en el Señor,
porque el Señor es la Roca perpetua:

La senda del justo es recta.
Tú allanas el sendero del justo;
en la senda de tus juicios, Señor, te esperamos,
ansiando tu nombre y tu recuerdo.

Mi alma te ansia de noche,
mi espíritu en mi interior madruga por ti,
porque tus juicios son luz de la tierra,
y aprenden justicia los habitantes del orbe.

Señor, tú nos darás la paz,
porque todas nuestras empresas
nos las realizas tú.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona
Mi alma te ansía de noche, Señor; mi espíritu madruga por ti.

ANTÍFONA 3
Ilumina, Señor, tu rostro sobre nosotros.

Salmo 66
QUE TODOS LOS PUEBLOS ALABEN AL SEÑOR

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación.

¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra.

¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona
Ilumina, Señor, tu rostro sobre nosotros.


LECTURA BREVE

Marcos 9, 30-37


RESPONSORIO BREVE

V. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
V. Mi alcázar, mi libertador.
R. En que me amparo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Antífona
Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación, según lo había predicho por boca de sus santos profetas.

Cántico de Zacarías
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con
nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona.
Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación, según lo había predicho por boca de sus santos profetas.

PRECES

Adoremos a Cristo que con su sangre ha adquirido el pueblo de la nueva alianza y digámosle suplicantes:
-Acuérdate Señor de tu pueblo.

Rey y redentor nuestro escucha la alabanza que te dirige tu Iglesia en el comienzo de este día
-y haz que no deje nunca de glorificarte.

Que nunca Señor quedemos confundidos
-los que en ti ponemos nuestra fe y nuestra esperanza.

Mira compasivo nuestra debilidad y ven en ayuda nuestra
-ya que sin ti nada podemos hacer.

Acuérdate de los pobres y desvalidos;
-que este día que comienza les traiga solaz y alegría.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Ya que deseamos que la luz de Cristo ilumine a todos los hombres pidamos al Padre que a todos llegue el reino de su Hijo: Padre nuestro.

ORACIÓN

Dios todopoderoso de quien dimana la bondad y hermosura de todo lo creado; haz que comencemos este dia con animo alegre y que realicemos nuestras obras movidos por el amor a ti y a los hermanos. Por nuestro Senor Jesucristo tu Hijo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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