INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era (Aleluya).
HIMNOSalmodia
ANTÍFONA 1
Vuestra tristeza se convertirá en gozo. Aleluya.
Salmo 125
DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.Que el Señor cambie nuestra suerte
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas,
cosechan entre cantares.Al ir, iban llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelven cantando,
trayendo sus gavillas.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
Vuestra tristeza se convertirá en gozo. Aleluya.
ANTÍFONA 2
Ya vivamos, ya muramos, del Señor somos. Aleluya.
Salmo 126
EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS
Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
Ya vivamos, ya muramos, del Señor somos. Aleluya.
ANTÍFONA 3
De él todo procede, por él existe todo, en él todo subsiste: a él la gloria por los siglos. Aleluya.
Col 1, 12-20
HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA
Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio,
el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
De él todo procede, por él existe todo, en él todo subsiste: a él la gloria por los siglos. Aleluya.
LECTURA BREVE
RESPONSORIO BREVE
V. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, Aleluya.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, Aleluya.
V. Al ver al Señor.
R. Aleluya, Aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, Aleluya.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Antífona
Todos los que el Padre me ha dado vendrán a mí, y a los que vengan a mí yo no los echaré fuera. Aleluya.
Cántico de la Santísima Virgen María
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona.
Todos los que el Padre me ha dado vendrán a mí, y a los que vengan a mí yo no los echaré fuera. Aleluya.
PRECES
Oremos a Cristo, que resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre, y digámosle:Se pueden añadir algunas intenciones libres.
-Cristo, que vives por siempre para interceder por los hombres, escucha nuestra oración.
Acuérdate, Señor, de los que se han consagrado a tu servicio,
-que sean para tu pueblo ejemplo de santidad.
Concede, Señor, el espíritu de justicia a los que gobiernan las naciones
-y haz que trabajen en bien de la paz, para que todos podamos vivir según tu ley.
Concede la paz a nuestros días
-y multiplica los bienes de la tierra, para que los pobres puedan gozar de las riquezas de tu bondad.
Concluyamos nuestra oración diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro Maestro: Padre nuestro.
ORACIÓN
Protege, Señor, a tu pueblo y, ya que le has dado la gracia de la fe, concédele la participación eterna en la resurrección de tu Hijo. Que vive y reina contigo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.