INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era (Aleluya).
HIMNOSalmodia
ANTÍFONA 1
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
ANTÍFONA 2
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
ANTÍFONA 3
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona
LECTURA BREVE
RESPONSORIO BREVE
V. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
V. Que brille tu rostro y nos salve.
R. Señor Dios de los ejércitos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Antífona
Mirad, viene nuestro Rey, el Señor de la tierra; él nos librará del yugo de nuestra esclavitud.
Cántico de la Santísima Virgen María
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Se dice Gloria al Padre.
Se puede repetir la antífona.
Mirad, viene nuestro Rey, el Señor de la tierra; él nos librará del yugo de nuestra esclavitud.
PRECES
Supliquemos, hermanos a Cristo, juez de vivos y muertos, y digámosle confiados:Se pueden añadir algunas intenciones libres.
-Ven, Señor, Jesús.
Haz, Señor, que tu justicia, que pregonan los cielos, la reconozca también el mundo,
-para que tu gloria habite en nuestra tierra.
Tú que por nosotros quisiste ser débil en tu humanidad,
-fortalece a los hombres con la fuerza de tu divinidad.
Ven, Señor, y con la luz de tu palabra
-ilumina a los que viven sumergidos en las tinieblas de la ignorancia.
Tú que con tu humillación borraste nuestros pecados,
-por tu glorificación llévanos a la felicidad eterna.
Concluyamos nuestra oración diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro Maestro: Padre nuestro.
ORACIÓN
Lleguen a ti, Señor, nuestras plegarias y colma nuestros deseos de llegar a conocer más plenamente el gran misterio de la encarnación de tu Hijo. Que viene y reina contigo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.