Primera Lectura

1 Reyes 19 9. 11-13

Al llegar al monte de Dios el Horeb el profeta Elías entró en una cueva y permaneció allí. El Señor le dijo: "Sal de la cueva y quédate en el monte para ver al Señor porque el Señor va a pasar". <br /><br />Así lo hizo Elías y al acercarse el Señor vino primero un viento huracanado que partía las montañas y resquebrajaba las rocas; pero el Señor no estaba en el viento. Se produjo después un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Luego vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego se escuchó el murmullo de una brisa suave. Al oírlo Elías se cubrió el rostro con el manto y salió a la entrada de la cueva.

Meditatio

Oratio

Actio




Evangelio

Mateo 14 22-33

En aquel tiempo inmediatamente después de la multiplicación de los panes Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se dirigieran a la otra orilla mientras él despedía a la gente. Después de despedirla subió al monte a solas para orar. Llegada la noche estaba él solo allí.<br /><br />Entre tanto la barca iba ya muy lejos de la costa y las olas la sacudían porque el viento era contrario. A la madrugada Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Los discípulos al verlo andar sobre el agua se espantaron y decían: "¡Es un fantasma!" Y daban gritos de terror. Pero Jesús les dijo enseguida: "Tranquilícense y no teman. Soy yo".<br /><br />Entonces le dijo Pedro: "Señor si eres tú mándame ir a ti caminando sobre el agua". Jesús le contestó: "Ven". Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús; pero al sentir la fuerza del viento le entró miedo comenzó a hundirse y gritó: "¡Sálvame Señor!" Inmediatamente Jesús le tendió la mano lo sostuvo y le dijo: "Hombre de poca fe ¿por qué dudaste?"<br /><br />En cuanto subieron a la barca el viento se calmó. Los que estaban en la barca se postraron ante Jesús diciendo: "Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios".

Reflexión