INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio.

R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era (Aleluya).

HIMNO
Como el niño que no sabe dormirse
sin cogerse a la mano de su madre,
así mi corazón viene a ponerse
sobre tus manos, al caer la tarde.

Como el niño que sabe que alguien vela
su sueño de inocencia y esperanza,
así­ descansará mi alma segura,
sabiendo que eres tú quien nos aguarda.

Tú endulzarás mi última amargura,
tú aliviarás el último cansancio,
tu cuidarás los sueños de la noche,
tu borrarás las huellas de mi llanto.

Tú nos darás mañana nuevamente
la antorcha de la luz y la alegría,
y, por las horas que te traigo muertas,
tú me darás una mañana viva. Amén.



Salmodia

ANTÍFONA 1
El Señor rodea a su pueblo.

Salmo 124
EL SEÑOR VELA POR SU PUEBLO

Los que confían en el Señor son como el monte Sión:
no tiembla, está asentado para siempre.

Jerusalén está rodeada de montañas,
y el Señor rodea a su pueblo
ahora y por siempre.

No pesará el cetro de los malvados
sobre el lote de los justos,
no sea que los justos extiendan
su mano a la maldad.

Señor, concede bienes a los buenos,
a los sinceros de corazón;
y a los que se desvían por sendas tortuosas,
que los rechace el Señor con los malhechores.
¡Paz a Israel!

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona
El Señor rodea a su pueblo.

ANTÍFONA 2

Si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

Salmo 130
COMO UN NIÑO, ISRAEL SE ABANDONÓ EN BRAZOS DE DIOS

Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad;
sino queacallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.

Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona
Si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

ANTÍFONA 3

Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.

Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
HIMNO A DIOS CREADOR

Eres digno, Señor Dios nuestro,de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.

Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona
Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.


LECTURA BREVE

En aquel tiempo, uno de los que estaban sentados a la mesa con Jesús le dijo: "Dichoso aquel que participe en el banquete del Reino de Dios".

Entonces Jesús le dijo: "Un hombre preparó un gran banquete y convidó a muchas personas. Cuando llegó la hora del banquete, mandó un criado suyo a avisarles a los invitados que vinieran, porque ya todo estaba listo. Pero todos, sin excepción, comenzaron a disculparse. Uno le dijo: "Compré un terreno y necesito ir a verlo; te ruego que me disculpes". Otro le dijo: "Compré cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego que me disculpes". Y otro más le dijo: "Acabo de casarme y por eso no puedo ir".

Volvió el criado y le contó todo al amo. Entonces el Señor se enojó y le dijo al criado: "Sal corriendo a las plazas y a las calles de la ciudad y trae a mi casa a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos".

Cuando regresó el criado, le dijo: "Señor, hice lo que me ordenaste, y todavía hay lugar". Entonces el amo respondió: "Sal a los caminos y a las veredas; insísteles a todos para que vengan y se llene mi casa. Yo les aseguro que ninguno de los primeros invitados participará de mi banquete"".


RESPONSORIO BREVE

V. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.

V. Tu fidelidad de generación en generación.
R. Más estable que el cielo.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Antífona
Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.

Cántico de la Santísima Virgen María
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona.
Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.

PRECES

Invoquemos a Dios, esperanza de su pueblo, diciendo:
-Escúchanos, Señor.

Te damos gracias, Señor, porque hemos sido enriquecidos en todo por Cristo, tu Hijo;
-haz que por él crezcamos en todo conocimiento.

En tus manos, Señor, están el corazón y la mente de los que gobiernan;
-dales, pues, acierto en sus decisiones para que te sean gratos en su pensar y obrar.

Tú que a los artistas concedes inspiración para plasmar la belleza que de ti procede,
-haz que con sus obras aumente el gozo y la esperanza de los hombres.

Tú que no permites que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas,
-da fortaleza a los débiles, levanta a los caídos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Concluyamos nuestra oración diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro Maestro: Padre nuestro.

ORACIÓN

Nuestra oración vespertina suba hasta ti, Padre de clemencia, y descienda sobre nosotros tu bendición; así, con tu ayuda, seremos salvados ahora y por siempre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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