INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio.

R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era (Aleluya).

HIMNO



Salmodia

ANTÍFONA 1


Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona

ANTÍFONA 2


Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona

ANTÍFONA 3


Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona


LECTURA BREVE

<span style="color:red;font-size:40px">M</span>uchos han tratado de escribir la historia de las cosas que pasaron entre nosotros, tal y como nos las trasmitieron los que las vieron desde el principio y que ayudaron en la predicación. Yo también, ilustre Teófilo, después de haberme informado minuciosamente de todo desde sus principios, pensé escribírtelo por orden, para que veas la verdad de lo que se te ha enseñado. <br /><br /> (Después de que Jesús fue tentado por el demonio en el desierto), impulsado por el Espíritu volvió a Galilea. Iba enseñando en las sinagogas, todos le alababan y su fama se extendió por toda la región. Fue también a Nazaret, donde se había criado; entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito:<br /><br /> <i>El espíritu del Señor está sobre mí,<br /> porque me ha ungido<br /> para llevar a los pobres la Buena Nueva,<br /> para anunciar la liberación a los cautivos<br /> y la curación a los ciegos,<br /> para dar libertad a los oprimidos<br /> y proclamar el año de gracia del Señor.</i><br /><br /> Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado, y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en Él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: «Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír».


RESPONSORIO BREVE

V. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.

V. Tu fidelidad de generación en generación.
R. Más estable que el cielo.

V. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Antífona

Cántico de la Santísima Virgen María
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona.

PRECES

Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Concluyamos nuestra oración diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro Maestro: Padre nuestro.

ORACIÓN

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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