INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio.

R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era (Aleluya).

HIMNO



Salmodia

ANTÍFONA 1
El Señor será tu luz perpetua, y tu Dios será tu esplendor. Aleluya.

Salmo 122
EL SEÑOR, ESPERANZA DEL PUEBLO

A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores,

como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos
en el Señor, Dios nuestro,
esperando su misericordia.

Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona
El Señor será tu luz perpetua, y tu Dios será tu esplendor. Aleluya.

ANTÍFONA 2

La trampa se rompió y escapamos. Aleluya.

Salmo 123
NUESTRO AUXILIO ES EL NOMBRE DEL SEÑOR

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
-que lo diga Israel-,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros.

Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes.

Bendito el Señor, que no nos entregó
como presa a sus dientes;
hemos salvado la vida, como un pájaro
de la trampa del cazador:
la trampa se rompió y escapamos.

Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona
La trampa se rompió y escapamos. Aleluya.

ANTÍFONA 3

Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí. Aleluya.

Ef 1 3-10
EL PLAN DIVINO DE LA SALVACIÓN

Bendito sea Dios
Padre de nuestro Señor Jesucristo
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

Él nos eligió en la persona de Cristo
antes de crear el mundo
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.

Él nos ha destinado en la persona de Cristo
por pura iniciativa suya
a ser sus hijos
para que la gloria de su gracia
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo
redunde en alabanza suya.

Por este Hijo por su sangre
hemos recibido la redención
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas
tuviesen a Cristo por cabeza
las del cielo y las de la tierra.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona
Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí. Aleluya.


LECTURA BREVE

Después de la multiplicación de los panes, cuando Jesús dio de comer a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente, la multitud, que estaba en la otra orilla del lago, se dio cuenta de que allí no había más que una sola barca y de que Jesús no se había embarcado con sus discípulos, sino que éstos habían partido solos. En eso llegaron otras barcas desde Tiberíades al lugar donde la multitud había comido el pan. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaúm para buscar a Jesús.

Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo llegaste acá?" Jesús les contestó: "Yo les aseguro que ustedes no me andan buscando por haber visto señales milagrosas, sino por haber comido de aquellos panes hasta saciarse. No trabajen por ese alimento que se acaba, sino por el alimento que dura para la vida eterna y que les dará el Hijo del hombre; porque a éste, el Padre Dios lo ha marcado con su sello".

Ellos le dijeron: "¿Qué necesitamos para llevar a cabo las obras de Dios?" Respondió Jesús: "La obra de Dios consiste en que crean en aquel a quien él ha enviado".


RESPONSORIO BREVE

V. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, Aleluya.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, Aleluya.

V. Al ver al Señor.
R. Aleluya, Aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los discípulos se llenaron de alegría. Aleluya, Aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Antífona
Ésta es la obra de Dios: que creáis plenamente en aquel que él ha enviado. Aleluya.

Cántico de la Santísima Virgen María
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona.
Ésta es la obra de Dios: que creáis plenamente en aquel que él ha enviado. Aleluya.

PRECES

Con espíritu gozoso, invoquemos a Cristo, a cuya humanidad dio vida el Espíritu Santo, haciéndolo fuente de vida para los hombres, y digámosle:
-Renueva y da vida a todas las cosas, Señor.

Cristo, salvador del mundo y rey de la nueva creación, haz que, ya desde ahora, con el espíritu vivamos en tu reino,
-donde estás sentado a la derecha del Padre.

Señor, tú que vives en tu Iglesia hasta el fin de los tiempos,
-condécela por el Espíritu Santo al conocimiento de toda verdad.

Que los enfermos, los moribundos y todos los que sufren encuentren luz en tu victoria,
-y que tu gloriosa resurrección los consuele y los conforte.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Concluyamos nuestra oración diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro Maestro: Padre nuestro.

ORACIÓN

Señor Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan extraviados, para que puedan volver al camino recto, concede a todos los cristianos que se aparten de todo lo que sea indigno de ese nombre que llevan, y que cumplan lo que ese nombre significa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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