INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio.

R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era (Aleluya).

HIMNO



Salmodia

ANTÍFONA 1


Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona

ANTÍFONA 2


Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona

ANTÍFONA 3


Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona


LECTURA BREVE

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿acaso no dejará las noventa y nueve en los montes, y se va a buscar a la que se perdió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se le perdieron. De igual modo, el Padre celestial no quiere que se pierda uno solo de estos pequeños".


RESPONSORIO BREVE

V. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.

V. Que brille tu rostro y nos salve.
R. Señor Dios de los ejércitos.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Antífona
Una voz clama en el desierto: "Preparad el camino del Señor, enderezad las sendas para nuestro Dios".

Cántico de la Santísima Virgen María
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona.
Una voz clama en el desierto: "Preparad el camino del Señor, enderezad las sendas para nuestro Dios".

PRECES

Oremos, hermanos, a Cristo, nuestro Señor y redentor, que vendrá con gloria al fin de los tiempos, y digámosle:
-Ven, Señor Jesús.

Señor y redentor nuestro, que al nacer en la carne nos libraste del yugo de la ley,
-completa en nosotros los beneficios de tu amor.

Tú que tomaste de nuestra humanidad todo lo que no repugnaba a tu divinidad,
-danos de tu naturaleza los dones de los que la nuestra está sedienta.

Con tu presencia da cumplimiento a nuestros deseos,
-y con la fuerza de tu amor inflama nuestros corazones.

Danos la gracia de alegrarnos contigo en la gloria,
-pues ya en este mundo nuestra fe sincera te confiesa.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Concluyamos nuestra oración diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro Maestro: Padre nuestro.

ORACIÓN

Dios nuestro, que has proclamado tu salvación a todos los confines de la tierra, concédenos esperar con alegría las fiestas del nacimiento del Salvador, Jesucristo, tu Hijo. Que vive y reina contigo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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