INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio.

R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre. Como era (Aleluya).

HIMNO



Salmodia

ANTÍFONA 1
Cristo está constituido por Dios juez de vivos y muertos. Aleluya.

Salmo 71 I
PODER REAL DEL MESÍAS

Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.

Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre
y quebrante al explotador.

Que dure tanto como el sol,
como la luna, de edad en edad;
que baje como lluvia sobre el césped,
como llovizna que empapa la tierra.

Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna.

Que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.

Que en su presencia se inclinen sus rivales;
que sus enemigos muerdan el polvo;
que los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributo.

Que los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones;
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona
Cristo está constituido por Dios juez de vivos y muertos. Aleluya.

ANTÍFONA 2

Él será la bendición de todos los pueblos. Aleluya.

Salmo 71 II

Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres;

él rescatará sus vidas de la violencia,
su sangre será preciosa a sus ojos.

Que viva y que le traigan el oro de Saba;
él intercederá por el pobre
y lo bendecirá.

Que haya trigo abundante en los campos,
y ondee en lo alto de los montes,
den fruto como el Líbano,
y broten las espigas como hierba del campo.

Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso;
que su gloria llene la tierra.
¡Amén, amén!

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona
Él será la bendición de todos los pueblos. Aleluya.

ANTÍFONA 3

Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo y lo será siempre. Aleluya.

Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a
EL JUICIO DE DIOS

Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,
el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran poder
y comenzaste a reinar.

Se encolerizaron las naciones,
llegó tu cólera,
y el tiempo de que sean juzgados los muertos,
y de dar el galardón a tus siervos los profetas,
y a los santos y a los que temen tu nombre,
y a los pequeños y a los grandes,
y de arruinar a los que arruinaron la tierra.

Ahora se estableció la salud y el poderío,
y el reinado de nuestro Dios,
y la potestad de su Cristo;
porque fue precipitado
el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.

Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y por la palabra del testimonio que dieron,
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por esto, estad alegres, cielos,
y los que moráis en sus tiendas.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona
Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo y lo será siempre. Aleluya.


LECTURA BREVE

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Dentro de poco tiempo ya no me verán; y dentro de otro poco me volverán a ver". Algunos de sus discípulos se preguntaban unos a otros: "¿Qué querrá decir con eso de que: 'Dentro de poco tiempo ya no me verán, y dentro de otro poco me volverán a ver', y con eso de que: 'Me voy al Padre'?" Y se decían: "¿Qué significa ese 'un poco'? No entendemos lo que quiere decir".

Jesús comprendió que querían preguntarle algo y les dijo: "Están confundidos porque les he dicho: 'Dentro de poco tiempo ya no me verán y dentro de otro poco me volverán a ver'. Les aseguro que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará en alegría".


RESPONSORIO BREVE

V. Los discípulos se llenaron de alegría.
    Aleluya, aleluya.
R. Los discípulos se llenaron de alegría.
    Aleluya, aleluya.
V. Al ver al Señor.
R. Aleluya, aleluya.
V. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Los discípulos se llenaron de alegría.
    Aleluya, aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Antífona
Vuestra tristeza se convertirá en gozo, y nadie os quitará vuestra alegría. Aleluya.

Cántico de la Santísima Virgen María
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Se dice Gloria al Padre.

Se puede repetir la antífona.
Vuestra tristeza se convertirá en gozo, y nadie os quitará vuestra alegría. Aleluya.

PRECES

Alabemos y glorifiquemos a Cristo, a quien Dios Padre constituyó fundamento de nuestra esperanza y primicia de la humanidad resucitada, y aclamémoslo suplicantes:
-Rey de la gloria, escúchanos.

Señor Jesús, tú que, por tu propia sangre y por tu resurrección, penetraste en el santuario de Dios,
-llévanos contigo al reino del Padre.

Tú que, por tu resurrección, robusteciste la fe de tus discípulos y los enviaste a anunciar el Evangelio al mundo,
-haz que los obispos y presbíteros sean fieles heraldos de tu Evangelio.

Tú que, por tu resurrección, eres nuestra reconciliación y nuestra paz,
-haz que todos los bautizados vivan en la unidad de una sola fe y de un solo amor.

Tú que, por tu resurrección, diste la salud al tullido del templo,
-mira con bondad a los enfermos y manifiesta en ellos tu gloria.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Concluyamos nuestra oración diciendo juntos las palabras de Jesús, nuestro Maestro: Padre nuestro.

ORACIÓN

Señor, Dios nuestro, que has otorgado a tu pueblo el don de la redención, concédenos vivir eternamente la alegría de la resurrección de tu Hijo. Que vive y reina contigo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Lee y medita el Evangelio Diario. Suscríbete aquí. Es &iex¡GRATIS!